AT&T, una de las operadoras más potentes de Estados Unidos, anunció hace unos meses sus intenciones de comprar la compañía de la competencia T-Mobile. Ésta última destaca por sus infraestructuras en el país y sus potentes redes 3G y 4G, una materia en la que AT&T suspende (es frustrante utilizar el iPhone en algunas ciudades). Esta fusión, sin duda alguna, no favorecería en absoluto a los clientes y, mucho menos, a la competencia. De ahí que el caso lleve meses en manos de reguladores encargados de investigar si con esta fusión se crearía una situación de monopolio en el país.
Los demócratas expresaron su rechazo en la Casa Blanca y hoy, una parte de Senado, llama a los reguladores a bloquear la fusión ya que “la adquisición dañaría a los competidores, a los clientes e iría en contra de las leyes de Estados Unidos. Sería una acción en contra del interés público”.
Esperemos que esta fusión no se llegue a producir.
Fuente: 9to5Mac
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